GRANDES ASESINOS: Barba Azul
Esta sub-seccion se denomina "Grandes Asesinos de la Historia". Y comenzamos con el famoso Gilles de Rais mejor conocido como "Barba Azul".
Gilles de Montmorency-Laval, Baron de Rais, llamado Gilles de Rais (o Gilles de Retz) nacio en 1404 y murio el 26 de Octubre de 1440), fue un noble francés del Siglo XV que luchó en los años finales de la Guerra de los 100 Años junto a Juana de Arco contra Inglaterra.
Pero lamentablemente no es por esto que se hizo conocido. Sino por haber sido uno de los mas grandes asesinos en serie de la historia. Es posible que las acciones macabras que realizó tengan que ver con una mentalidad psicópata originada en su infancia.
Barba Azul, asesinó a centenares de niños junto a una corte macabra, que le hacía compañía en su castillo, formada por brujos, alquimistas, videntes, adoradores del diablo, etc. Se dice que la causa de la vorágine de matanzas indiscriminadas se debe a la muerte de Juana de Araco, su amiga del alma -quien fuera quemada en la hoguera-, de la cual culpó a Dios y a toda la humanidad. Decían que estaba enamorado de la doncella de Orleans.
Los invito a conocer fragmentos escalofriantes sacados de demasiado.com en el que se cuentan con detalle algunas de las muchas atrocidades que cometio:
"También hacía entrar en su castillo a algunos de los niños mendigos que pedían limosna frente al puente levadizo, que eran retenidos contra su voluntad por sus servidores, violados y desmembrados posteriormente. La sangre y otros restos se conservaban para propósitos mágicos.
El mismo Gilles contó en alguna ocasión como disfrutaba visitando la sala donde los chicos eran a veces colgados de unos ganchos. Al escuchar las súplicas de alguno de ellos y ver sus contorsiones, Gilles fingía horror, le cortaba las cuerdas, le cogía tiernamente en sus brazos y le secaba las lágrimas reconfortándole. Luego, una vez se había ganado la confianza del muchacho, sacaba un cuchillo y le segaba la garganta, tras lo cual violaba el cadáver.
En una ocasión, se acercó a un niño que había elegido previamente y lo llevó al gran lecho que ocupaba el fondo de la sala de "torturas". Después de algunas caricias, tomó una daga que colgaba de su cintura, y riendo a carcajadas cortó la vena del cuello del desdichado. Frente a la sangre que brotaba y al cuerpo que se convulsionaba, el barón se puso como loco. Arrancó las vestimentas al moribundo, tomó su propio miembro y lo frotó en el vientre del niño, que dos de sus cómplices sostenían porque éste estaba sin conocimiento. Cuando por fin salió el esperma, tuvo un nuevo acceso de rabia, tomó una espada y de un golpe cortó la cabeza de la víctima. Gilles, en pleno éxtasis se tumbó sobre el cuerpo decapitado, introdujo su sexo entre las piernas rígidas del cadáver, gritando y llorando hasta un nuevo orgasmo, se derrumbó sobre el cuerpo cubriéndolo de besos y lamiendo la sangre.
Luego ordenó que quemasen el cuerpo y que conservasen la cabeza hasta el día siguiente. En ese mismo suelo, desnudo y manchado de sangre se habría quedado dormido.
A la mañana siguiente no quedaba huella ninguna de su desenfreno de la noche anterior, sus sirvientes la habían limpiado. Pidió que le trajeran la cabeza y ante ésta, se arrodilló bañado en lágrimas y prometió reformarse. Acercó sus labios a la cabeza, la besó largamente y se fue a su cama llevándola consigo y diciéndole que muy pronto se reuniría con otras cabezas tan bellas como ella...
Uno de los mayores placeres de Gilles era tener las cabezas decapitadas
clavadas ante su vista. Luego llamaba a un artista de su séquito, el cual ondulaba exquisitamente el cabello del niño, le enrojecía los labios y las mejillas hasta darle un aspecto de belleza impresionante.
Cuando tenía bastantes cabezas cortadas, celebraba una especie de concurso de belleza, en el cual sus amigos e invitados votaban sobre cual era la más bella. La cabeza "ganadora" era dedicada a un uso necrofílico.
En octubre, Gilles aceptó voluntariamente todos los cargos que se le imputaban y confesó que había disfrutado mucho con su vicio, a veces cortando él mismo la cabeza de un niño con una daga o un cuchillo, y otras golpeando a los jóvenes hasta la muerte con un palo y besando voluptuosamente los cuerpos muertos, deleitándose sobre aquellos que tenían las cabezas más bellas y los miembros más atractivos.
Afirmó ante los magistrados que su mayor placer era sentarse en sus estómagos y ver como agonizaban lentamente, y que en los cargos que se le imputaban no había intervenido nadie más que él, ni había obrado bajo la influencia de otras personas, sino que siguió el dictado de su propia imaginación con el único fin de procurarse placer y deleites carnales."
Sacado de un extracto del juicio a Gilles de Rais. Se habla de una de las últimas víctimas:
En octubre de 1440 Gilles de Rais fue condenado a morir en la hoguera. Por su condición de noble, y dado que mostró arrepentimiento de los cargos de herejía (no así de los de asesinato) primero fue colgado y su cadáver quemado en la hoguera.
Sus esbirros Poitu, Henri y la proxeneta fueron quemados directamente en la hoguera sin más trámite previo.
Gilles de Montmorency-Laval, Baron de Rais, llamado Gilles de Rais (o Gilles de Retz) nacio en 1404 y murio el 26 de Octubre de 1440), fue un noble francés del Siglo XV que luchó en los años finales de la Guerra de los 100 Años junto a Juana de Arco contra Inglaterra.
Pero lamentablemente no es por esto que se hizo conocido. Sino por haber sido uno de los mas grandes asesinos en serie de la historia. Es posible que las acciones macabras que realizó tengan que ver con una mentalidad psicópata originada en su infancia.
Barba Azul, asesinó a centenares de niños junto a una corte macabra, que le hacía compañía en su castillo, formada por brujos, alquimistas, videntes, adoradores del diablo, etc. Se dice que la causa de la vorágine de matanzas indiscriminadas se debe a la muerte de Juana de Araco, su amiga del alma -quien fuera quemada en la hoguera-, de la cual culpó a Dios y a toda la humanidad. Decían que estaba enamorado de la doncella de Orleans.
Los invito a conocer fragmentos escalofriantes sacados de demasiado.com en el que se cuentan con detalle algunas de las muchas atrocidades que cometio:
"También hacía entrar en su castillo a algunos de los niños mendigos que pedían limosna frente al puente levadizo, que eran retenidos contra su voluntad por sus servidores, violados y desmembrados posteriormente. La sangre y otros restos se conservaban para propósitos mágicos.
El mismo Gilles contó en alguna ocasión como disfrutaba visitando la sala donde los chicos eran a veces colgados de unos ganchos. Al escuchar las súplicas de alguno de ellos y ver sus contorsiones, Gilles fingía horror, le cortaba las cuerdas, le cogía tiernamente en sus brazos y le secaba las lágrimas reconfortándole. Luego, una vez se había ganado la confianza del muchacho, sacaba un cuchillo y le segaba la garganta, tras lo cual violaba el cadáver.
En una ocasión, se acercó a un niño que había elegido previamente y lo llevó al gran lecho que ocupaba el fondo de la sala de "torturas". Después de algunas caricias, tomó una daga que colgaba de su cintura, y riendo a carcajadas cortó la vena del cuello del desdichado. Frente a la sangre que brotaba y al cuerpo que se convulsionaba, el barón se puso como loco. Arrancó las vestimentas al moribundo, tomó su propio miembro y lo frotó en el vientre del niño, que dos de sus cómplices sostenían porque éste estaba sin conocimiento. Cuando por fin salió el esperma, tuvo un nuevo acceso de rabia, tomó una espada y de un golpe cortó la cabeza de la víctima. Gilles, en pleno éxtasis se tumbó sobre el cuerpo decapitado, introdujo su sexo entre las piernas rígidas del cadáver, gritando y llorando hasta un nuevo orgasmo, se derrumbó sobre el cuerpo cubriéndolo de besos y lamiendo la sangre.
Luego ordenó que quemasen el cuerpo y que conservasen la cabeza hasta el día siguiente. En ese mismo suelo, desnudo y manchado de sangre se habría quedado dormido.
A la mañana siguiente no quedaba huella ninguna de su desenfreno de la noche anterior, sus sirvientes la habían limpiado. Pidió que le trajeran la cabeza y ante ésta, se arrodilló bañado en lágrimas y prometió reformarse. Acercó sus labios a la cabeza, la besó largamente y se fue a su cama llevándola consigo y diciéndole que muy pronto se reuniría con otras cabezas tan bellas como ella...
Uno de los mayores placeres de Gilles era tener las cabezas decapitadas
clavadas ante su vista. Luego llamaba a un artista de su séquito, el cual ondulaba exquisitamente el cabello del niño, le enrojecía los labios y las mejillas hasta darle un aspecto de belleza impresionante.
Cuando tenía bastantes cabezas cortadas, celebraba una especie de concurso de belleza, en el cual sus amigos e invitados votaban sobre cual era la más bella. La cabeza "ganadora" era dedicada a un uso necrofílico.
En octubre, Gilles aceptó voluntariamente todos los cargos que se le imputaban y confesó que había disfrutado mucho con su vicio, a veces cortando él mismo la cabeza de un niño con una daga o un cuchillo, y otras golpeando a los jóvenes hasta la muerte con un palo y besando voluptuosamente los cuerpos muertos, deleitándose sobre aquellos que tenían las cabezas más bellas y los miembros más atractivos.
Afirmó ante los magistrados que su mayor placer era sentarse en sus estómagos y ver como agonizaban lentamente, y que en los cargos que se le imputaban no había intervenido nadie más que él, ni había obrado bajo la influencia de otras personas, sino que siguió el dictado de su propia imaginación con el único fin de procurarse placer y deleites carnales."
Sacado de un extracto del juicio a Gilles de Rais. Se habla de una de las últimas víctimas:
Poitu declaró que tuvieron que pasar la noche en una residencia a las afueras de Nantes. Cuando a su señor Gilles le dio la "apetencia" el que declara junto a Henri salieron a buscar entre los pequeños mendigos que dormían en las calles uno rubio y de rostro angelical que satisfaciera a su señor. Una vez encontrada la víctima adecuada, de unos 10 años, lo metieron de tapadillo en la mansión, pues el anfitrión no debía enterarse de lo que aquella noche iba a suceder.
Taparon la boca del pequeño para que sus gritos no alertaran a los que allí vivían, y atándole las muñecas con una soga lo colgaron de una de las vigas del techo. Gilles de Rais frotó su mienbro con el cuerpo del niño colgado y lo sodomizó.
Una vez terminada la aberrante copula, Poitu y Henri se llevaron al niño a las caballerizas, y allí lo asesinaron cortándole la cabeza. Para desacerse del cadáver lo arrojaron a la letrina, guardando la cabeza para su señor...
En octubre de 1440 Gilles de Rais fue condenado a morir en la hoguera. Por su condición de noble, y dado que mostró arrepentimiento de los cargos de herejía (no así de los de asesinato) primero fue colgado y su cadáver quemado en la hoguera.
Sus esbirros Poitu, Henri y la proxeneta fueron quemados directamente en la hoguera sin más trámite previo.
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